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Al otro lado

Al otro lado
"Al otro lado", de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-15352-66-2.
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Presentaciones:

Sábado, 27 de abril a las 12 h. en la Feria del libro de Granada, en el Centro de Exposiciones de CajaGRANADA Puerta Real. Me acompañará en la presentación el compañero de Granada Jesús Lens. Y a las 13 horas firma de ejemplares en la Caseta de Firmas.

Sábado, 20 de abril, de 11 a 13 h. y de 17 a 20 h. en la Feria del Libro de Fuente el saz de Jarama.

Sábado, 26 de enero a las 20 h. en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan. Me acompañará en la presentación el compañero de Ciudad Real José Ramón Gómez Cabezas, autor de "Réquiem por la bailarina de una caja de música", de la Editorial Ledoria.

Martes, 23 de octubre a las 19.30 h. en la librería Estudio en Escarlata (Guzmán el Bueno 46, Madrid). Si no puedes acudir y queréis un ejemplar firmado, ponte en contacto con ellos y pídeselo (91 543 0534). Te lo enviarán por correo.

Miércoles, 24 de octubre a las 18 h. en Getafe Negro (Carpa de la Feria del Libro). A las 20 h. participaré en una mesa redonda con otros compañeros de la Editorial Ledoria titulada "En los arrabales de la Novela Negra.

sábado, 30 de marzo de 2013

La estrategia del pequinés, de Alexis Ravelo



            Cuando una novela no te deja vivir tu vida normal porque estás deseando tener un rato libre para continuar con su lectura, esa novela es una jodida obra maestra, sobre todo si miras atrás y ves que tu vida ha sido muchas cosas, pero que ha estado marcada por la escritura y la lectura. Si vas a adquirir la novela, cosa que te recomiendo encarecidamente, prepárate para buscarte tiempo libre, lo necesitarás para sumergirte en sus páginas.

            La estrategia del pequinés (Alrevés Editorial) no es la primera novela del canario Alexis Ravelo, pero su carrera como escritor va a dar un salto cualitativo sin ninguna duda. Primero, porque le ha quedado una novela redonda en la que se ha despojado de la sombra de Eladio Monroy, el protagonista de una tetralogía de novelas (hasta ahora, esperamos que haya más) negras de mucha calidad. Y segundo, porque ha entrado en la selecta nómina de la Editorial Alrevés (un selecto club con autores como Luis Gutiérrez Maluenda, Víctor del Árbol, Susana Hernández, Jordi Ledesma o Carlos Quílez), que desde su aureola de editorial independiente ha terminado por entrar en todos los circuitos y festivales de novela negra gracias a la buena gestión de la gente que allí trabaja.

            Alex nos plantea una novela, sobre el eje temático de la trama de un atraco que, sin embargo, es algo más. La acción podría haber transcurrido en cualquier parte, ya que hoy en día los tentáculos de la crisis (paro, recortes, desahucios, miseria y desesperanza) llegan a cualquier punto de la geografía nacional. Pero es bien cierto que el que transcurra en Las Palmas de Gran Canaria le añade un punto exótico para el resto de españoles, es decir, los lectores godos, que entiendo que vamos a ser mayoría dada la buena distribución de la editorial. Como decía, la base de la trama es un robo, pero no un robo al uso. La historia empieza presentándonos a Junior, un macarra encargado de distribuir la cocaína en la isla por cuenta del Turco, el verdadero narcotraficante que maneja sus negocios desde un pisazo en el Eixample barcelonés. Junior la caga en una entrega, ya que elige a la persona equivocada para recoger la coca. En vez de ir al puerto, el secuaz se va de farra y el cargamento es interceptado. El tipo lo paga con su vida en el primer capítulo, que hace prometer al lector una novela intensa.

            Junior ya la jodió en otra ocasión y el Turco le cubrió. Pero ahora le dice que pague y Junior no tiene pasta. Este es el planteamiento de una novela prometedora desde los primeros lances. El lugarteniente del Turco empieza a pensar de dónde sacar dinero y es entonces cuando decide pegarle el palo al Larry, un abogado pijo de Porsche y chavalas que, en realidad, es el encargado de lavar todo el dinero negro que le entrega Junior procedente del tráfico de cocaína. Para el atraco, que evidentemente no va a ser denunciado, elige al Rubio, un tipo duro que abandonó el oficio cuando se casó con Estela y que lleva quince años trabajando como jefe de seguridad de un hotel de lujo. El Rubio acepta el trabajo porque Estela está muy enferma y calcula que con su parte del botín va a poder llevarla a los mejores médicos. Es él el encargado de seleccionar a los otros dos compinches que le ayudarán con el trabajo. Por un lado, contacta con Tito el Palmera, un tipo que hizo la mili en regulares y se dedicó al menudeo, en trámites de divorcio, cincuentón, sin un pavo, y cuyo sueño es lograr el suficiente dinero para pagar el traspaso de una cafetería con la que vivir una vida tranquila. Por otro, elige a Cora, una mujer cañón que sospecha que sus encantos tienen una fecha próxima de caducidad y que actúa por su cuenta como prostituta intentando pescar clientes ricos con su cuerpo de escándalo, para actuar como gancho con el Larry.

            Con estos mimbres, la función está servida. Podríamos decir que hay una primera parte en la novela en la que se narra el atraco y momentos posteriores, y una segunda parte en la que los protagonistas emprenden una huída sembrada de muertes. Porque, claro, si bien en un primer momento todo parece perfecto, hay una traición, lo que hace que el plan posterior al robo salga mal.

            En la novela hay traición, amistad y amor, tres ingredientes fundamentales en cualquier tipo de novela, pero que en novela negra adquieren una intensidad sin límites. Pero también hay tango, cuyos lamentos se dejan oír más allá de la puerta de El Quilombo, garito regentado por un argentino y frecuentado habitualmente por Tito el Palmera. La narración transita por los vertederos de barrios bajos en donde habita la miseria y es protagonizada por tipos sin escrúpulos que no dudan en obtener beneficios de la desesperación. Los personajes son duros, pero sin embargo los protagonistas derrochan ternura, una ternura que no pueden exhibir más allá de sus seres queridos porque si no, están muertos. Si al paisaje canario añadimos algunos localismos del lenguaje, tenemos ese punto exótico del que hablaba al principio, que deja de serlo cuando por deducción aprendemos lo que es una panza de burro, bajo la cual caminan unos personajes en un ambiente gris a los que acabamos tomándoles cariño.

La historia es narrada desde la perspectiva del narrador omnisciente porque supongo que Alexis quería mostrar a la vez diferentes paisajes, marco que se acota si se utiliza la primera persona. Pero el autor logra de forma magistral hacer que la narración contenga el lirismo y la proximidad sentimental que da la primera persona, conduciendo al lector hacia un desenlace brillante a toda velocidad, de forma que parece que es el que lee el que viaja en Porsche y no el Larry.

Canarias siempre ha tenido muy buenos escritores. Y en cuestión de novela negra actual, tanto Alexis Ravelo como José Luis Correa, siguen manteniendo el pabellón bien alto. Felicidades, amigo. Y felicidades de nuevo a los de Alrevés por su buen hacer.
 

Alexis Ravelo (Biografía tomada de la web de Alrevés Editorial):

Alexis Ravelo (1971) es un escritor calvo que nació y sobrevive a régimen de cervezas y bocadillos de chopped en Las Palmas de Gran Canaria. De procedencia humilde, su primera novela, Tres funerales para Eladio Monroy, supuso un inesperado éxito que le ha llevado a escribir otros tres libros con el mismo personaje: Solo los muertos, Los tipos duros no leen poesía y Morir despacio. Ha perpetrado, además, otras dos novelas de semen y sangre: La noche de piedra y Los días de mercurio. Tres libros de relatos (Segundas personas, Ceremonias de interior y Algunos textículos) y media docena de libros infantiles completan hasta ahora su bibliografía, si exceptuamos volúmenes colectivos y antologías, como Relato español actual, de Fondo de Cultura Económica, y Por favor, sea breve 2, de Páginas de Espuma. 

Imparte talleres de escritura en centros educativos, bibliotecas y prisiones, diseña y coordina actividades de animación a la lectura y colabora semanalmente en programas radiofónicos.

Ocupa un lugar relevante en la narrativa canaria actual y se ha destacado, de su estilo, su eficiencia narrativa y su habilidad para combinar la amenidad y la reflexión en argumentos de claro compromiso ético.

Sospecha que Dios está de vacaciones.


domingo, 10 de marzo de 2013

Periodismo prostituido

El periodismo nunca es libre. Los poderosos, sabedores de la repercusión mediática que provocan las noticias en los medios de comunicación, siempre se adueñaron de los mismos porque se aseguraban poder y dinero. Esto ha sido siempre así y es difícil cambiarlo.
La carrera de periodismo es preciosa y el oficio es quizá uno de los más nobles, muy vocacional. Pero el periodista de vocación se estrella una y otra vez con los intereses particulares del el medio para el que trabaja. Unos y otros no se diferencian mucho entre sí, ya que cada uno sirve a unos intereses. Por tanto, cambiar de empresa no es la solución.
Durante la época de Zapatero, por poner un ejemplo, daba bastante asco escuchar la SER o cualquier otro medio de Prysa. Ahora, sin embargo, da gusto. Sabido es que Prysa siempre fue afín al PSOE, como El Mundo y la COPE son fieles al PP. Pero la cosa no es tan simple, ya que los intereses se diversifican. Se deben demasiadas pleitesías.
Así, un periódico, nunca permitirá publicar una noticia negativa que ataña a una institución con la que “convenga” llevarse bien. Tampoco difundirá malas noticias de empresas que son anunciantes y, por tanto, buenos clientes. Por tanto, la información que nos llega a los ciudadanos está bastante sesgada y teledirigida. En la mayoría de los casos, no nos enteramos ni de la mitad de las cosas que pasan.
Ante este panorama son muchos los periodistas que abandonan la profesión y se dedican a otras cosas. Conozco a bastantes que se han pasado a la ficción e intentan dedicarse a ser novelistas, ya que en una novela se puede poner lo que se quiera, se pueden cambiar nombres y, en definitiva, tomarse las licencias literarias que se precisen. Claro, que vivir de la Literatura en este país en el que la gente apenas lee, es una quimera bastante guapa.
Pero también son muchos los que, a pesar de cómo está el patio, permanecen en sus puestos de trabajo, asegurando las lentejas, y en muchos casos el caviar, al grito de “sí, mi amo”. Son los prostituidos del oficio. Son los que cambian ese concepto tan extraño de “libertad de expresión” por ese otro tan manido de “ande yo caliente, ríase la gente”. Llegan a hacerse verdaderos expertos en retórica para terminar siendo más papistas que el Papa. Y los ciudadanos, una vez más, tan contentos, creyendo a pies juntillas en la libertad y en la democracia, cuando la verdad es que estamos más controlados que en una novela de Orwell.
No somos na…

viernes, 1 de marzo de 2013

La fiesta, de Luis Gutiérrez Maluenda


Cuando un autor te inspira confianza, procuras hacerte con todo lo que publica, independientemente de tramas, personajes o de tu predisposición a comprar libros. “La fiesta” (Editorial Alrevés) es la última novela de Luis Gutiérrez Maluenda. Y si bien todas sus novelas publicadas por la editorial hasta ahora correspondían a la serie del detective Atila, en esta, el autor nos ofrece una historia diferente, pero una historia de género negro al más puro estilo Maluenda.


Los protagonistas principales son Susana, Marta, Salvio y Raúl. Acuden a una fiesta en la que Susana descubre a una chica degollada en la bañera. La fiesta la organiza Pablo, que es el jefe de Marta. Marta y Raúl están casados, pero en proceso de separación. Salvio es el amante de Marta y la ha acompañado a la fiesta. Y Raúl, que es médico, es el encargado de atender el shock de Susana. La investigación corre a cargo del inspector Colomer, un policía incisivo con un ojo que va a su bola y emite destellos intimidatorios, cuyo principal pasatiempo es desmantelar refranes. A lo largo de la investigación, el obstinado inspector se empeña en tratar a los cuatro personajes como una unidad y estos se organizan para seguir una estrategia común, a pesar del odio existente entre Marta y Raúl, los constantes enfrentamientos de Susana y Marta y el escepticismo de Salvio.


La novela está narrada en primera persona, pero de una forma muy especial, ya que son los cuatro protagonistas quienes nos cuentan la historia alternativamente, lo que propicia una riqueza de perspectivas. El lector debe hacerse una idea de lo que sucede a través de testimonios que muchas veces son contradictorios y que están marcados por las propias relaciones de los personajes, que destilan cinismo, envidia, celos… Y todo ello aderezado por unos secundarios cuyas peculiaridades especiales hacen de la historia una delicia. Para los lectores antiguos, hay un guiño del autor, ya que introduce como secundario a un personaje entrañable que ha protagonizado muchas de sus novelas, y hasta aquí puedo decir.


El desenlace es totalmente inesperado, ya que uno de los personajes no ha dicho toda la verdad y la cuenta al final. Pero la forma en que Maluenda nos conduce hasta él, podríamos decir que es bastante heterodoxa, ya que nos hace pasar por un epílogo del autor en el que es él el que de repente nos habla en primera persona . Después, los personajes se le rebelan. En definitiva, un final espectacular en cuanto a la resolución de la trama y en cuanto a la forma.


Una novela totalmente recomendable plagada de sentido del humor y llena de fuerza. Desde mi punto de vista, una virguería narrativa del autor que profundiza en los sentimientos humanos, poniéndose en la piel de mujeres y de hombres, diferenciando lo masculino y lo femenino y sus intereses encontrados, resolviendo todas las situaciones con éxito.
Valga una muestra del buen humor que destila esta novela:

Frente a la ventana de mi dormitorio hay un solar vallado en el que un día u otro construirán pisos o cualquier otra cosa. Una de las vallas que lo cercan es una superficie lisa y blanca, en ella se entretienen los poetas urbanos, los Van Gogh del espray y os que no tienen otra cosa que hacer que expresar allí sus enloquecidas ideas, debido a que en otro lugar los echarían a patadas. Hay un pequeño espacio que por alguna razón que desconozco parece reservado a mensajes que inciten a la meditación. Cada dos o tres días cambia el mensaje, alguien borra cuidadosamente el antiguo y al poco aparece uno nuevo. Me he acostumbrado a leerlos, en ocasiones tienen mérito. El de aquel sábado decía: “Para vivir fuera de la ley hay que ser honrado. Bob Dylan”.

Debajo estaba la respuesta de alguien que pensaba que él también tenía derecho para emborronar la valla; decía: “Y para ser un psicópata hay que lavarse el pelo tres veces por semana”. Firmaba: “El estilista de Bob Dylan, probablemente tan borracho como él mismo”.

Era posible que Dylan fuera el autor de la primera frase, de lo que no me cabía duda era de que Dylan no tenía estilista.

Se hubiese suicidado.

Al estilista, me refiero.


El autor nos ha hecho descansar de Atila, pero nos ha regalado a ese personaje tan peculiar, el inspector Colomer, que estoy seguro de que volverá a aparecer en alguna de sus futuras novelas. Porque de Luis Gutiérrez Maluenda, siempre queremos más.

(Biografía obtenida de Al revés editorial)

El autor:  Después de dedicarse buena parte de su vida a ejercer de ejecutivo informático, decide abandonar para escribir novelas de género negro. Su primera novela, Putas, Diamantes y Cante Jondo, fue finalista del premio Mejor Primera Novela de 2005 otorgado por la Asociación de Novela Negra y Policíaca Brigada 21. Otras de sus novelas son 806 Solo para adultos, finalista del premio Yoescribo.com, Música para los muertos (2007) y Una Anciana Obesa Tranquila (2009). Ha publicado también ensayos y cuentos en diferentes medios culturales, como las revistas El coloquio de los perros y Prótesis o el fanzine LH’ Confidential; su cuento «Harlem» figura en la antología La Lista Negra que reúne a los nuevos valores de la novela policíaca española. Asimismo, su conferencia sobre la importancia del jazz y el blues en la novela negra, se incluye en el libro Geografías en Negro. Complementa su tiempo asistiendo como invitado a conferencias y mesas redondas en torno a su tema preferido, novela negra, jazz y blues.

Novelas:
La fiesta, (2013)
Ruido de cañerías, (2012)
Un buen lugar para reposar, (2012)
Un caniche blanco muerto, (2012)
Los muertos no tienen amigos, (2011)
Mala hostia, (2011)
El árbol bajo el que siempre llueve, (2011)
Un origen salvaje, (2011)
Una anciana obesa y tranquila, (2009)
Música para los muertos, (2007)
Putas, diamantes y cante jondo, (2005)